Al momento de fijar el precio de nuestra casa hay muchas cuestiones que pueden confundirnos. En muchas ocasiones no tenemos ni la menor idea de que número podría estar cercano y es bien sabido que los precios de las viviendas cambian mucho con el paso del tiempo. Entonces ¿por dónde empezar?

Primeramente debe obtenerse la evaluación o avalúo de un profesional, alguien que se dedique a la materia como un valuador profesional, un consultor inmobiliario, un asesor inmobiliario, etc. Estas personas están capacitadas para analizar el inmueble y la información externa que nos brinden el valor comercial de nuestra casa.

Es importante que confiemos en esta información y que no caigamos en el sentimentalismo de pensar que nuestra casa vale más tan solo por el amor que le tenemos. Aunque también podrías sorprenderte si el valor comercial es más de lo que llegaste a pensar.

También es importante que entendamos tres conceptos importantes:

• El costo es la suma de lo que costó construir la casa, todos los materiales y la mano de obra.
• El valor comercial es el costo de la construcción sumado con otros factores como la ubicación, los alrededores y otros factores externos que pueden incrementar o disminuir el valor del inmueble.
• El precio es el valor final que se le da al inmueble, este debería coincidir con el valor comercial para que sea una venta justa, pero en el mundo de las ventas nada esta escrito.

Expliquémoslo con un ejemplo sencillo: imagina que compras una botella de tequila de $400 pesos y una botella de perfume de $1000 pesos. El costo es de $1400 pesos. Imagina entonces que viertes el tequila y el perfume en un recipiente y quieres venderlo en $1400 pesos ¡no se puede! Su valor comercial bajó ya que no es útil en ningún sentido. Lo mismo pasa con las casas, el costo, el precio y el valor comercial deben trabajar juntos para proponer un precio que sea justo, partiendo de esto la venta de la casa será más sencilla o más difícil.